Bucear en pecios es emocionante, pero conlleva asumir ciertos riesgos y hay que formarse para adquirir técnicas especiales que nos permitan poder salir bien de situaciones imprevistas. No entres nunca en un pecio si no tienes el entrenamiento adecuado.
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Para bucear en barcos hundidos o cualquier otro artefacto hay que prepararse. Existen cursos y especialidades específicos donde te enseñarán las medidas de seguridad que hay que tomar, nos darán nociones de flotabilidad y técnicas para aletear y movernos sin remover el fondo para no estropear el pecio, tener mejor visibilidad y no molestar a los animales acuáticos que encontraremos.
Además, te enseñarán a al estudio y realización de mapas de un pecio y al uso de carretes y cabos para poder acceder a los pedios con seguridad y ayudar a la exploración.
A continuación, encuentra los cursos de buceo en pecios que tenemos preparados para ti, con profesionales del sector y una gran cantidad de actividades que pueden ser de tu agrado:
Antes de continuar con toda la información de buceo en pecios, debemos definir la palabra pecio para entrar en contexto:
Se denomina pecio a los restos de un artefacto o nave fabricado por el ser humano, hundido total o parcialmente en una masa de agua (océano, mar, río, lago, embalse, etc.). Cuando hablamos de un pecio pensamos en bucear en un barco hundido, pero existen multitud de artefactos sumergidos, como aviones, trenes, submarinos, etc. Los pecios pueden provenir de accidentes, naufragios, provocados por la fuerza de la naturaleza o guerras, pero también se crean pecios intencionadamente, hundiendo artefactos para fabricar arrecifes artificiales que rápidamente se llenan de vida.
Bucear en un pecio es una de las especialidades que más demandan y más atraen a los buceadores. Bucear en pecios es fascinante, precisamente por la historia que suele haber detrás de cada naufragio, es una ventana al pasado que te permite ver un trozo de la historia, imaginando como pudo haber ocurrido. Observar y penetrar en un pecio es una aventura increíble en la que además se ve mucha más vida acuática que en otros lugares.
Además del equipo básico de buceo que ya conoces necesitarás una buena linterna para poder ver en el interior del pecio, una brújula y una pizarra subacuática para poder levantar un plano del pecio, así como un cabo y un carrete para poder penetrar en el pecio con seguridad.
Los pecios suelen estar a mayor profundidad de la que habitualmente se bucea y puede haber mayores corrientes. Por lo tanto, os aconsejamos lo siguiente para que puedan disfrutar de la actividad:
El consumo de aire se puede incrementar al bucear en pecios, por lo que es aconsejable equipar al cabo de fondeo con un tanque de seguridad en el fondo y comenzar el regreso con al menos un tercio de la capacidad de aire que tengamos.
Al acceder al interior de un pecio tienes que tener muy clara la ruta de salida en caso de emergencia, por eso es importante el carrete o cabo guía.
Hay que controlar bien la flotabilidad y la técnica de aleteo, ya que se bucea por sitios angostos y con muchos sedimentos.
Debes vigilar los posibles objetos cortantes y observar bien el estado en que se encuentra el pecio, porque puede ser inestable y producir derrumbes.
No se debe extraer nada del pecio y debes de atender detenidamente las instrucciones de la inmersión que impartirá el instructor.
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Mejores inmersiones en pecios en el mundo
Es difícil pensar en un lugar de nuestro planeta, por muy remoto que sea, donde no haya, al menos, un barco hundido. Por eso es necesario que hagamos una selección de los más interesantes.
Este precio se encuentra en isla de Roatán, en Honduras, donde abundan los buques naufragados, ya que es su día fue refugio de piratas. El Prine Albert es un carguero que naufragó en 1987. Se encuentra a una profundidad de entre 12 y 20 metros, cubierto de corales y convertido en refugio de distintas especies marinas.
El Kittiwake es uno de los pecios más conocidos de todo el Caribe, si no de todo el mundo, y está situado justo en la costa de Seven Mile Beach en las Islas Caimán. Se encuentra sumergido a escasos 20 metros. Por lo que es apto para bucos de todos los niveles, incluso para snorkel.
Este portamisiles de la US Air Force descansa en el fondo de la costa de Key West, en Florida. Fue hundido en 2009 para convertirlo en un arrecife artificial. Fue un barco de transporte durante la Segunda Guerra Mundial. Originalmente, llevó el nombre del Jefe de Ingenieros Harry Taylor y fue rebautizado en 1964. Tiene 158 metros de eslora y un hueco de 11 pisos de ascensor que hipnotiza a los buceadores. Destacan sus enormes antenas parabólicas. Incluso hay un gigantesco mero de dos metros de largo viviendo en su interior.
Se trata de un crucero alemán de 130 metros de eslora y 12 cañones que participó en la Primera Guerra Mundial y fue hundido en 1914 por la marina inglesa. Solo sobrevivió una persona de 485 tripulantes. Permanece a una profundidad de en torno a 35 m en Scapa Flow, en Escocia, siendo un popular lugar de buceo hoy día, ya que, a excepción de las dos torretas posteriores, las hélices y el ancla permanece intacto.
Se trata de un ferri de 58 metros de eslora que fue hundido al sureste de la isla de Gozo (Malta) como arrecife artificial. Aunque está preparado para el buceo se encuentra a 80 metros de profundidad, por lo que únicamente con la titulación y el equipo adecuado se puede acceder a este pecio.
En el Mar Rojo alberga infinidad de pecios, estos son algunos mundialmente conocidos:
Se trata de un carguero de 99 metros de eslora que naufragó en 1983 a la salida del canal de Suez. Se encuentra a unos 28 metros de profundidad y no se considera una inmersión complicada. Se trata de uno de los mejores pecios del mundo para la fotografía submarina.
Este ferri de pasajeros naufragó en 1991 en pleno Mar Rojo falleciendo 470 personas a su regreso de la Meca cargado de peregrinos.
El Salem yace ahora a 30 metros de profundidad y a su alrededor se pueden observar restos de la tragedia. No se puede entrar en su interior donde todavía reposan muchos cadáveres considerándose un cementerio sumergido.
Era un carguero de 126 metros que participó en la Segunda Guerra Mundial, siendo hundido en 1941 por los alemanes en el Mar Rojo. Se encuentra entre los 10 y 32 metros de profundidad, por lo que no requiere mucha experiencia, siendo uno de los wrecks mejor conservados. Durante la inmersión puedes bucear entre los camiones y las motocicletas que transportaba.
El Numidia es un carguero de 140 metros de eslora que naufragó en el arrecife de la isla Big Brother en el mar Rojo llevando una carga de vías y vagones de ferrocarril. La profundidad a la que se encuentra y unido a las fuertes corrientes y su posición vertical sobre la ladera del arrecife hace que esta inmersión sea solo apta para expertos.
Se trata de un carguero de 155 metros de eslora. Se hundió en el arrecife de Wingate, junto a Port Sudán en 1940 durante la Segunda Guerra Mundial con un cargamento de bombas en su interior. Se encuentra a poca profundidad por lo que se considera una inmersión fácil, pero también peligrosa ya que las bombas todavía permanecen en el interior del barco.
Bucear en aviones hundidos
Si lo que quieres es bucear en aviones, el lugar perfecto es Laguna Truk situada en Micronesia.
Este pecio es un avión bombardero japonés conocido como «Betty» por los aliados. Fue abatido en 1944 en Laguna Truk. Impresiona bucear en un avión de más de 20 metros de longitud
Es un carguero adaptado por la marina japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, fue hundido en 1944 en la Laguna Truk (Micronesia) y se encuentra a 34 metros de profundidad, donde también se pueden ver cuatro aviones bombarderos del mismo modelo que el Mitsubishi G4M.
Pecios famosos en España
En España hay infinidad de pecios, muchos artificiales, pero aquí te recomendamos los más famosos.
Se trata de un mercante que se encuentra en el Parque Subacuático del SES de Tarragona. Fue hundido intencionadamente en 1994 para servir de arrecife artificial. Se encuentra a una profundidad de 24 metros y se puede ver gran variedad de vida marina.
Es un remolcador de altura de origen alemán, aunque acabó abandonado en el puerto de Palamós hasta que se decidió hundir en la “Llosa” en 1988. El barco se halla sobre un fondo rocoso en una profundidad de 25 a 32. Hay abundante fauna marina, algas, corales y esponjas cubren casi todo el barco y se abrigan todo tipo de peces y crustáceos, además de numerosos congrios y morenas.
Este pecio es un carguero que naufragó en 2007 a poco más de una milla del puerto de Ibiza. Con 143 metros de eslora se trata del barco más grande hundido en Europa. Yace sobre un lecho de arena a 47 metros de profundidad, por lo que esta inmersión se considera solo apta para buceadores experimentados, aunque los centros de buceo suelen ofrecer varios niveles de inmersión.
Este pecio se encuentra en Lanzarote y está formado por tres buques que se hundieron con las obras de ampliación del dique en Puerto del Carmen. Se encuentran muy cerca de la costa, aunque hay una profundidad de entre 20 y 35 metros. Se considera una inmersión de dificultad media. Por supuesto podrás encontrar miles de erizos, pero también tiburones, ángel, cangrejos, araña y fulas negras.
El pecio Meridian se encuentra en Tenerife, en Los Cristianos. Es uno de los barcos hundidos que mejor conservados está. Se utilizó en la Segunda Guerra Mundial como buque de vigilancia marítima y después como buque de avistamiento de cetáceos en Canarias. Su hundimiento se produjo en 2004 para la creación de un pecio específico de buceo. Por su forma y tamaño recuerda a un barco pirata, bucear en este pecio es toda una aventura.
Se encuentra en un fondo de arena a unos 30 metros de profundidad. Por la profundidad y la presencia de corrientes es necesario tener experiencia. Se pueden ver rayas, sargos, medregales, sargos, salmonetes, fulas… e incluso delfines y tiburones.
Se encuentra en Villajoyosa y se trata de un mercante romano del siglo I d.C. Es el único barco de época romana al que se puede bucear en todo el Mediterráneo. Se encuentra relativamente bien conservado y se halla a poca profundidad. Se están llevando labores arqueológicas sobre él.
Este pecio se encuentra en Torrevieja, Alicante. Se trata de un pesquero hundido a 25 metros de profundidad. En el encontraras congrios, morenas y meros.
El Naranjito es un mercante de 50 metros de eslora que naufragó frente a las costas de Cabo de Palos. Se llamaba Isla Gomera y transportaba naranjas, de ahí su apodo. Por la profundidad y las corrientes de la zona solo se permite la inmersión a buceadores expertos. Es una inmersión espectacular, se encuentra en buen estado de conservación y se puede bucear entre sus bodegas. Se suelen observar bancos de boquerones y bogas, meros, algunos pulpos y de vez en cuando algún pez luna.
El Sirio es un buque de pasajeros que naufragó en las Islas Hormigas en Cabo de Palos en 1906. Se le conoce como el Titanic del mediterráneo, sucediendo 9 años antes. Su naufragio fue una tragedia mediática en la que se desconoce el número de fallecidos, aunque se cree que pudo estar sobre las 500 personas.
Ahora el Sirio reposa en el fondo de las Islas Hormigas, cubierto por flora marina y sirve como hábitat para muchas especies de peces. Se encuentra partido en dos, con la popa a unos 47 metros de profundidad máxima y la proa entre los 40 y 55 metros. La inmersión a este pecio es solo apta para buceadores muy experimentados. Se requiere PADI DEEP DIVER / B3* o buceador avanzado con experiencia en buceo profundo y más de 250 inmersiones.